amplia gama de productos
y tratamientos que prometen
dientes blancos y brillantes.
Sin embargo, los profesionales
dentales alertan sobre el uso
inapropiado de dichos productos
dispensados en droguerías
y farmacias sin receta médica, ya
que con frecuencia son muy
agresivos y pueden desgastar
el esmalte dental y lesionar las encías.
Si está pensando en blanquearse la dentadura, consúltelo con su dentista, quién indicará el sistema más recomendable para su dentadura. Además supervisará los resultados.
El tratamiento consiste básicamente en la aplicación de geles blanqueadores compuestos por peróxido de carbamida o peróxido de hidrógeno, que liberan oxígeno y producen un efecto blanqueador.
El tratamiento en casa consiste en utilizar una cubeta dental hecha a medida con un gel blanqueador (el peróxido de carbamida y flúor).
El dentista determina las semanas y las horas diarias que debe llevarse puesta. En el tratamiento hecho en el consultorio el dentista después de aislar la encía, aplica un gel blanqueador concentrado sobre la superficie dental que se activa mediante luz y calor.
Recientemente se ha incorporado el láser como excitador del peróxido; algunos láseres como el Opus White, dejan atrás la aplicación de carbamida. Sus resultados son inmediatos, pero el láser es caro, su eficacia no supera la de los tratamientos químicos y su seguridad aún no está suficientemente probada.
Fuente: Susana Lionor Moreschi, Odontóloga holística.
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