Tal vez muchas personas
a la hora de lavar sus prendas,
es común utilizar el jabón
para realizar la limpieza.
Otros prefieren el detergente
y productos especiales para
la ropa fina.
Pero en la época medieval,
el jabón era muy caro
y sólo lo usaban los que
lo podían comprar.
Durante mucho tiempo, el jabón fue un producto muy caro. Para lavar la ropa se usaba agua mezclada con ceniza o incluso orina, que contenía el amoníaco que blanqueaba la ropa.
En el siglo XIII, cuando la industria jabonera llegó a Francia procedente de Italia y España, los jabones se hacían a partir de sebo de cabra y ceniza de haya. Tras varios experimentos, los franceses empezaron a fabricarlos con aceite de oliva en lugar de grasas animales.
Por otro lado, lavar la ropa resultaba complicado en un mundo sin agua corriente en las casas, lo cual obligaba a las mujeres a ir al río o a los lavaderos públicos. En el siglo XIX llegaron las primeras lavadoras manuales, que servían para lavar y escurrir la ropa con un gran esfuerzo.
Fuente: Luis Otero, recopilador de la época medieval.
********************************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario