jueves, 25 de julio de 2013

UN RINCÓN PARA EL TANGO: HOY "ALFREDO BELUSI"

Tenía la pinta de un malevo
imaginado por Borges.
La de un compadre de los viejos
tiempos, de aquellos que solían
transitar entre el campo y los arrabales
de la ciudad, silenciosos y distantes,
que solamente respondían ante
una provocación.

                                                                                      


          Su nombre verdadero era Alfredo Beluschi. Aunque lo suyo fue un caso particular, sólo el tango lo llevaba a la acción. Y fue el más violento de todos, porque los títulos que engrosaron su repertorio fueron desafíos que confrontó hasta sangrar, todos elegidos para tal efecto, salvo algunas licencias como para aliviar tensiones.
          Si cantores recios hay que nombrar, ninguno como él. A su estampa hay que agregarle la voz grave, verdaderamente "aguardentosa" el remarcar de las "erres" como una bronca y sacudir los puños en los momentos más dramáticos. Siempre se transformó en el personaje de la historia padeciendo sus sufrimientos. Se posesionaba tanto que más de una vez se lo vio con los ojos a punto de quebrarse en lágrimas.
          Tuvo varias temporadas en el recordado "Rincón de los Artistas" de la esquina de Álvarez Jonte y Bocaya. Llegaba cuando ya varios cantantes habían hecho su presentación y mientras se tomaba un wisky, esperaba su turno para cantar. Después de cantar, se sentaba en alguna mesa y se ponía a charlar con los presentes del lugar.
          Él vivía  en su casa con su "vieja" como siempre la nombraba con cariño, se planchaba la pilcha con la que iba a actuar, su camisa blanca y su pantalón. Pero el nombre de Alfredo Belusi cobró relevancia popular al ser convocado por José Basso, y junto a otros dos cantantes ya acreditados en el gusto popular Floreal Ruíz y el "Choco" Flores, puso su voz a los más trascendentales tangos de la época.
          La sonoridad vocal de Alfredo Belusi se convirtió en imprescindible en letras ciudadanas de importantes autores, y tras su trayectoria por el conjunto de José Basso, el cantor pasó a integrar las orquestas de Osvaldo Pugliese y de Alfredo De Ángelis.
          El final de su vida fue largo e inédito. A mediados del mes de noviembre del año 2000, va a visitar a su hermana gravemente enferma y ese impacto emotivo, su salud le hizo una mala pasada, tuvo una pérdida de conocimiento que lo llevaron a una cirugía cerebro-vascular; una trombosis de cerebro, que sobrevivió sin cambios hasta el 1° de Enero del 2001.
          Hasta esos días permaneció como un NN, cuentan los que lo conocieron y estuvieron allí. Y días después de su fallecimiento un grupo de amigos lo pudo reconocer y develar su identidad, porque al perder el conocimiento, no llevaba consigo los documentos.


Fuente: www.todotango.com y Diario La Nación, sección espectáculos año 2001
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