jueves, 22 de agosto de 2013

PALOMAS DE PICASSO

¿Pueden las palomas distinguir
entre un Monet y un Picasso?
Esta era la pregunta que resolvieron
en 1995 los japoneses Watanabe,
Sakamoto y Wakita en un famoso 
artículo del Journal of the Experimental
Analisis Behavior.

                                                                                      

          En dicho experimento, se les dio a la mitad de las palomas cañamones si picoteaban al ver un Picasso; si era un Monet, no recibían nada. Con la otra mitad hicieron exactamente lo contrario. Poco después, los dos grupos de palomas aprendieron a distinguir entre pinturas de ambos autores que no les habían mostrado previamente, e incluso entre cuadros cubistas e 
impresionistas.
          Aún más: reconocían imágenes desenfocadas de cuadros, e incluso dispuestos al revés; así les era más fácil identificar un Picasso que un  Monet. En el 2001, Watanabe volvió a la carga con los cuadros  de Van Gogh y Chagall. Esta vez, el grupo de control fueron estudiantes. Resultado: la habilidad de las palomas fue similar a los humanos.
          No contento con las palomas, dedicó parte de sus esfuerzos culturizadores a los gorriones, a quienes enseñó  a diferenciar entre Bach y Shönberg, y entre Vivaldi y Elliot Carter, un compositor actual.
          ¿Por qué tanto afán por enseñar arte a las aves? La respuesta es sencilla: averiguar si existe algo llamado inteligencia animal. ¿ Y si fuera así, de qué estaríamos hablando? Como tenemos problemas a la hora de definir la inteligencia humana, quizá se srroje algo de luz sobre el tema si estudiamos a los animales.
          Por ejemplo, los leones marinos Río y Rocky de la Universidad de Santa Cruz, Estados Unidos, son capaces de realizar razonamientos lógicos del tipo : si A es igual a B y B igual a C, entonces A es igual a C.
          El loro gris africano Alex es capaz de hacer aportes a una conversación, responder preguntas sobre la forma o el color. También tenemos a Ramona, la elefante pintora, cuyas obras fueron comparadas con las de los expresionistas abstractos Jackson Pollock, Willem de Kooning y Franz Kline.
          Tal vez sea exagerado, pero lo cierto es que algunos de sus cuadros alcanzaron cifras de 4 ceros en una tienda famosa de New York.

Fuente: Miguel Ángel Sabadell. Investigación pintoresca. Revista Muy Interesante.
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