El tiempo libre vale mucho más
que el oro, sepa aprovecharlo
porque por breve que sea
constituye una preciosa inversión.
No gruña en casa
por cuestiones de trabajo, ni viceversa.
Descanse y relájese...
Usted lo ha dicho innumerables veces: " Me hubiera gustado leer ese libro, pero estuve
muy ocupado; no tengo tiempo ni para estar con mi familia" . O bien: " Si hubiese tenido un rato
libre lo habría hecho". Es que el problema de aprovechar las horas en blanco, cuando se cuenta
con ellas, es algo muy serio. Constituye una de las mayores preocupaciones de los sicólogos y
sociólogos.
En muchos casos, el tiempo no laboral, lejos de ofrecer al interesado un período de
desintoxicación y relajamiento nervioso, le plantea tensiones de carácter muy distinto de las que afronta en su trabajo, pero tanto o más graves que aquéllas.
Ciertas personas compensan las dificultades y frustraciones sufridas en su jornada laboral
con las horas, los días o semanas libres: otras, no: se crean nuevas frustraciones y dificultades, no
ya con sus superiores, pares o subordinados, sino con la esposa, los hijos, los padres y demás integrantes del grupo familiar.
Tomar conciencia de ese problema brinda el primer paso para resolverlo. Por de pronto, no se trata simplemente de " no hacer nada", cosa que bien puede definirse como todo un arte. Si no
lo domina a la perfección - y no es fácil - es desaconsejable intentarlo. Prefiera cualquier actividad
- hacer algún deporte, reparar algún mueble o algo que había olvidado, pasear,leer o tantas otras -
antes que la siempre dudosa " inacción".
¿ Tiene hobbies? ¡ Excelente! ¿ Toca algún instrumento, aunque no muy bien? ¡ Magnífico! Cuando usted termine de tocar, sus vecinos y parientes sentirán un inmenso alivio: le agradecerán
más el silencio después de sus interpretaciones que el existente los días en que no toca nada porque sus ocupaciones se lo impiden.
¿ Dispone de dos días y su mujer quiere salir, mientras que usted desea quedarse en casa?
Hágale caso a ella el primer día, y reclame el mismo trato al siguiente. Una temporadita, por breve que sea, puede ser utilísima para afianzar las relaciones familiares: más y mejor frecuentación de sus hijos, conversaciones más prolongadas y afectuosas con su cónyuge; atención a los padres, tíos
o abuelos. Que cuando " papá está en casa" la circunstancia no sea un estorbo ni para usted ni para los demás.
La televisión no es precisamente favorable en ese sentido: inmoviliza y aisla a la gente.
Cada persona se abstrae en lo que ve y oye, casi sin comunicación con las otras, como no sea a través de comentarios sobre el espectáculo. Lo importante es compartir actividades de cualquier orden ( mejor si son absolutamente desinteresadas), momentos felices o toda cosa que aporte distensión nerviosa y muscular.
Si usted puede y sabe planificar - aunque sea relativamente, a grandes trazos - su tiempo libre, mejor que mejor. En tal caso, equilibre las distintas instancias, tratando de hacer y de no hacer un " poco de todo". Así no se limitará exclusivamente al deporte, ni a la lectura, ni a su
"hobby, ni al " dolce far niente": lo ideal es disfrutar de todo eso y más aún, mientras pueda...
Fuente: R. P. Ramos
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