Los egipcios contemporáneos de
las Pirámides jugaban
apasionadamente a todo, fuese
por dinero o por nada....
Uno de sus entretenimientos preferidos eran el " mehen"-nombre de una serpiente de las
orillas del Nilo-, que consistía en arrojar fichas en forma de leones, leonas y bolas blancas y rojas,
sobre una pista de madera que reproducía a dicho ofidio en bajorrelieve; a veces tales fichas se hacían de marfil. En caso de surgir un pleito muy enojoso y complicado, ambos litigantes se
sometían al resultado de una partida de -mehen- u otro juego.
Los niños tenían por pasatiempo ciertos juegos de destreza semejantes al "rango y mida".
Las niñas preferían los juegos malabares, la lucha atenuada y la danza; ésta incluía la formación
de curiosas pirámides humanas como las que hoy pueden verse en los circos..
Pero el pasatiempo más preciado por los egipcios era uno, bastante olvidado en nuestro
tiempo: el que hizo la gloria del ciego Homero; el noble arte de narrar historias.
Fuente: Ricardo Peralta Ramos
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