jueves, 4 de octubre de 2012
EN CAPILLA
Comenzó su historia barriendo el polvo del mundo.
Árboles, olas y grandes piedras fueron,
también, llevados y traídos
a gusto por su potencia invisible....
Cuando el " hombre busca el mar, el viento oceánico inflará las velas, lo arrimará a buen
puerto o lo despedazará contra las rocas. Pero, ¿ quién era ese señor escurridizo? Primero, fue un dios. Y como todo dios, prepotente y benigno según el ánimo de cada día.Leyendas y fábulas lo hicieron cautivo en una gruta en los comienzos del tiempo. Luego, alguien o algo lo liberó del encierro.
Las anécdotas llenan miles de páginas: desde el vendaval bíblico que sepulta a Sodoma y Gomorra, pasando por la tormenta que hizo naufragar a Ulises, hasta ayudar a la mano maestra de
Colón, rumbo a las costas de América.
La experiencia marinera y la sabiduría campesina sacaron, a lo largo de siglos, cálculos esperanzados. La repetición de alisios, monzones o simples brizas dependía del tiempo: otro que no se dejaba amaestrar. Lentamente, nace la meteorología -la ciencia que estudia y analiza a aquellos indomables-.
Nuestros satélites lo vigilan constantemente, su rumbo desconocido, ya no es tan así. El seguimiento y el aviso anticipado ayuda que los habitantes de donde va a pasar, tomen precauciones ante tan gigante monstruo.
Desde la Tierra (víctima y beneficiaria al mismo tiempo), puestos de observación mundial lo desnudan para saber si viene en tren de paz o destrucción.
¿ Le pondremos bozal alguna vez? El futuro sabrá que hacer con él.......
( Autor Anónimo)
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