Es responsabilidad propia
hacer que las necesidades
sean satisfechas.
Si eso depende de otras
personas, es fundamental
compartirlas de un modo
honesto, sincero y cortés...
Los seres humanos constantemente buscan "algo" que creen que hará sus vidas más completas. Esas necesidades pueden ser bastante específicas, pero en ocasiones lo que se desea puede ir desde lo mundano y realista, a lo exótico y fantástico.
Además, es frecuente esperar que esas necesidades sean satisfechas por el entorno, las personas con quienes se convive, trabaja e interactúa socialmente. Si permanecen insatisfechas, por lo general la reacción suele ser disgusto, frustración, enojo y desesperación.
Sin embargo, antes de seguir pensando en lo que falta, en lo que no se tiene, en lo que se espera del otro, es importante hacer un replanteo de las expectativas propias, porque si no son lógicas y realistas difícilmente sea posible transformarlas en realidad.
Luego de reflexionar sobre ello, es importante transmitir sin rodeos qué es lo que se necesita. Y saber de antemano que, por más que algo se desee mucho, eso implica necesariamente que la otra persona esté en condiciones de darlo, o desee hacerlo.
Fuente: Doctora Edith Barinaga, para Revista Vivir Mejor.
*********************************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario