Actualmente, en los países
con alto índice de industrialización
el esfuerzo físico intenso y habitual
ocupa un lugar poco significativo
en el mundo del trabajo.
Las tareas manuales han pasado a ser desempeñadas por robots o máquinas programadas y controladas la mayor parte de las veces por una sola persona, que se limita a apretar un botón o tirar de una palanca.
Tanto en la industria pesada como en la ligera, y hasta en las oficinas, el esfuerzo físico requerido para realizar una tarea va perdiendo día a día su importancia, mientras la máquina- herramienta, cada vez más perfeccionada, se va haciendo indispensable.
La disminución del esfuerzo físico no sólo se produjo en las empresas y las industrias, sino que afectó también las tareas domésticas, las actividades del tiempo libre y los medios de transporte.
Inclusive, se ha llegado a encontrar la manera de facilitar tareas que ya eran fáciles, como por ejemplo, cambiar de canal en el televisor. Así es como la multiplicación de controles remotos, teclas digitales, y pedidos por reconocimiento de voz en aparatos de alta tecnología, constituyen un ejemplo claro de este fenómeno, padecer el sedentarismo...
Fuente: María Amuchastegui, Vida Sana.
*********************************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario