PENSAR EN VEZ DE SENTIR

A lo largo de toda nuestra vida
se nos incentiva a pensar antes de
actuar, analizar todos nuestros
actos, dominar todo lo que nos sucede
a través de nuestra MENTE.


                                                                     


          Si bien es verdad que debemos desarrollar la capacidad intelectual, el énfasis excesivo en ésta área puede perjudicar la capacidad de sentir. Existe un tipo de pensar que se torna algo compulsivo, que llena nuestra conciencia y no nos permite conectarnos con las sensaciones y, principalmente, nos aleja de nuestra capacidad de intuición.
          Nos transformamos, sin saberlo, en "adictos" a este murmullo interior constante que nos acompaña y que resulta muy difícil de acallar. Esta clase de " pensar " se transforma en un anestésico, una golosina que no podemos dejar.
          Muchas veces nos tornamos aparentemente indiferentes a las tensiones y la carga de la vida moderna, entramos en una vorágine de acciones, obnubilados por el interminable murmullo interior que nos dicta lo que debemos hacer, y no nos detenemos a verificar qué sentimos, a oír nuestra voz interior.
          Pero, tarde o temprano, nuestras necesidades básicas, que fueron relegadas, emiten su llamado de atención a través del cuerpo, que reacciona " enfermándose" y negándose a continuar. Es ante este llamado de atención que debemos intentar SILENCIAR NUESTRA MENTE para escuchar lo que nos dicta nuestro corazón, sobre todo en aquellos momentos en que percibimos que tanto "pensar" no nos permite sentir...


Fuente: Revista Predicciones.
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