la especie más conocida de las
plantas suculentas que se
caracterizan por sobrevivir en
condiciones de extrema sequía,
y gracias a su capacidad de acumular
agua en sus tallos y raíces.
Los cactus tienen como rasgo distintivo las púas que suelen recubrirlos y le sirven para absorber la humedad del ambiente. Aunque tienen su origen en América, se han extendido por todo el mundo y cobran cada vez más importancia como planta de interior, tanto sin flores como con ellas, en los más variados tamaños, formas y colores.
Amantes de la luz y el calor, no requieren atenciones, aunque para mantenerlos en buenas condiciones durante mucho tiempo, hay que prestar atención a las plagas que lo puede afectar. Los cactus se pueden reproducir por semillas que podrá recogerlas del fruto que da después de la flor. La tierra donde lo colocará tiene que estar bien seca y ser permeable cuando llueva y esté en el jardín.
También se reproducen por esquejes. Se corta una ramificación del ejemplar, lo dejaremos que cicatrice el corte y lo plantaremos. Es importante recordar que los cactus soportan más la falta de agua que el exceso de ésta. Es preferible aportar una buena cantidad de agua de vez en cuando que muy poco a diario. Regaremos sólo el terreno cuando la tierra se haya secado por completo.
Para evitar los hongos, se fumigará un par de veces al año, ¿cómo saber si los tiene? Se le forman unas pelusas blancas. Habrá que cambiarlas de lugar, a una parte más soleada y aireada. Las cochinillas también atacan al cactus, se recomienda consultar en el vivero, donde lo asesorarán al respecto.
Si quiere tener uno o varios cactus en el interior de su casa, oficina, o escritorio no se preocupe por los tamaños, ya que hay cientos de variedades disponibles para el crecimiento en interiores o exteriores con flores hermosas de colores vivos y radiantes, sin el trabajo que implican otros tipos de plantas de interior.
Fuente: Wikipedia, Google: Todo Jardín.com
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