energetizantes se han vuelto las favoritas
de los jóvenes, principalmente por
las noches, donde suelen mezclarlas
con alcohol y drogas,
algo que puede llevarlos a la muerte...
La venta de bebidas energetizantes destinadas a personas que necesitan aumentar su nivel de atención, concentración o reacción, tales como deportistas, estudiantes o conductores, se ha generalizado desde hace más de una década en el mercado mundial.
Estas bebidas no contienen alcohol y están compuestos fundamentalmente por cafeína e hidratos de carbono, además de otros ingredientes como aminoácidos, vitaminas, minerales, extractos vegetales, aditivos acidulantes, conservantes, saborizantes y colorantes.
El efecto principal que producen se debe a la acción de sustancias psicoactivas sobre el sistema nervioso central, que inhiben en diferentes grados los neurotransmisores encargados de emitir las sensaciones de cansancio y sueño, potenciado al mismo tiempo los relacionados con el bienestar y la concentración.
Aunque no existen estudios determinantes sobre las consecuencias de las bebidas energetizantes sobre la salud, es sabido que pueden tener efectos dañinos en personas que padezcan alguna enfermedad nerviosa o cardiaca, sobre todo si consumen más de la cantidad recomendada.
Por otra parte, estas bebidas no son tan adictivas como las alcohólicas, pero pueden producir una dependencia física en personas que, al enfrentar habitualmente estrés, cansancio físico, situaciones de alto riesgo o insomnio, se acostumbran a tomar este tipo de productos cayendo en el abuso de sus sustancias psicoactivas.
Los efectos de las bebidas energetizantes dependen de la susceptibilidad de quien las consume, pero es posible que unas horas después de haberlas ingerido puedan aparecer dolores de cabeza, dilatación de pupilas, taquicardias, intoxicación, hipertensión arterial, vómitos, nerviosismo o hiperactividad.
CÓCTEL RIESGOSO
En los últimos años el consumo de este tipo de bebidas se ha popularizado entre los adolescentes y jóvenes, quienes las toman para lograr mantenerse despiertos, ya sea para un examen o simplemente para prolongar el tiempo de diversión.
Habitualmente, en esta última circunstancia, suele además consumirse bebidas alcohólicas o drogas, lo que puede aparejar efectos nocivos en la salud física y mental del joven, tales como dañar el sistema nervioso central, afectar las funciones cardíacas e incluso provocar la muerte.
Por este motivo en muchas provincias argentinas y en otros países del mundo se están analizando proyectos de ley para regular el consumo de las bebidas energetizantes, al tiempo que se trabaja en campañas de concientización al considerar que la prohibición no solucionaría el problema. A tenerlo muy en cuenta.
Fuente:Suplemento Familia Cooperativa
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