caracterizado por vientos que se desplazan
girando a altísimas velocidades y que
suelen producirse durante tormentas
a lo largo de todo el año.
Entre los meses de noviembre y marzo, suelen aparecer éstos fenómenos. Un tornado se reconoce porque puede verse claramente un cono o manga que desde las bases de las nubes de tormenta se extiende progresivamente, hasta tocar suelo. Mientras está en el aire es de color blanco o gris claro y al tocar la superficie de la tierra toma un color negro o gris oscuro, por efecto de los escombros que arrastra el viento. Además viene acompañado por un ruido fuertísimo, tal como el producido por varios aviones o locomotoras; esta propiedad es muy útil para reconocerlo de noche, cuando la manga o cono no puede verse.
El diámetro del tornado puede variar entre uno y quinientos metros; la trayectoria, de algunos kilómetros de longitud , es recta. En el centro del mismo la presión atmosférica es muy baja, mucho menor que la presión del aire que lo rodea, por lo cual en la zona que atraviesa se produce un efecto similar a una explosión que, combinado con la altísima velocidad de los vientos, convierte a un tornado en un fenómeno altamente destructivo.
RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD EN UN TORNADO
1) Debido a que se traslada lentamente y en línea recta, de ser posible, correremos en una trayectoria perpendicular a su dirección de avance.
2) Si estamos en campo abierto nos refugiaremos en acequias, zanjas u hondonadas, si es posible debajo de alcantarillas o puentes de hormigón armado, acostados boca abajo. Si vamos en un vehículo bajaremos de inmediato, arrojándonos a la zanja más próxima. No nos quedaremos debajo del auto, ni tampoco cerca del mismo; durante los tornados es muy peligroso porque pueden ser elevados en el aire y arrojados a gran distancia por los fuertes vientos.
3) Dentro de la casa nos refugiaremos en el sótano; si no lo hubiera, en una habitación en la planta baja, en especial en el baño, o también en el interior de un placard, cubiertos con una o dos frazadas para evitar ser heridos por trozos de vidrio.
4) Dejaremos abiertas las ventanas del lado opuesto a la dirección de avance del tornado, para que se igualen las presiones internas y externas, evitando así una descompresión brusca con el consiguiente efecto explosivo.
5) En escuelas o edificios públicos buscaremos protección en habitaciones o pasillos interiores de la planta baja; también haremos esto cuando vivamos en edificios de varios pisos de altura.
6) En ningún caso nos protegeremos en cines, gimnasios o auditorios. Los edificios cuyos techos cubren una gran superficie siempre sufren mayores daños y, por lo tanto, son más peligrosos.
7) Recordemos el peligro que representan los objetos de distintos tamaños que, alzados e impulsados por el viento, actúan como peligrosos proyectiles; por lo tanto, cuando sea posible, buscaremos refugio en lugares cerrados.
Fuente: Oscar Babino ( jefe de la sección capacitación de la coordinación general de Defensa Civil).
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