viernes, 30 de noviembre de 2012

NAVIDAD : GULA O FE

Comer hasta reventar, beber desde
el aperitivo hasta el bajativo con todos
los intermedios de vino, sidra ochampagne;
masticar nueces y almendras,turrones,
panes dulces, garrapiñadas, maní con chocolate
y budines...


                                                                                                        

          Abrir los regalos y comprobar la cantidad de cosas inútiles que habrá que tirar; pelearse con esa parte de la familia a la que no se ve más que en los cumpleaños y velorios y comprobar ¡ otra vez!, que hemos vuelto a perder la posibilidad de ganarnos el Gordo de Navidad. Y en  la Argentina, el delicioso agregado de un calor húmedo interrumpido por alguna lluvia furiosa con rayos y truenos y vientos que parecen efectos especiales de película catástrofe y que nos obligan a cerrar ventanas y puertas en la disyuntiva de asarse al spiedo o morir con el aire acondicionado a full.
          No nos olvidemos de los cohetes! con explosiones dignas de un bombardeo aéreo que infartan a los viejos ante la carcajada de los jóvenes, y las corridas de perros y gatos. No dejemos afuera la movilización hacia la casa de mamá o de la suegra, que siempre queda en los quintos infiernos y, si uno tiene auto, deberá cuidarse a la ida, y sobre todo a la vuelta, de los intrépidos y sus máquinas voladoras que retornan a casa con la " bodega" atiborrada de alcoholes varios. Y si uno es peatón deberá esperar estoicamente algún ómnibus que, cual diligencia perdida en el desierto, aparecerá cada dos horas ( si se acuerda de pasar...) cargada de indios salvajes que cuelgan como racimos de las puertas y ventanas del vehículo.
          A estas delicias deberemos sumar el discurso del Presidente de turno en cadena oficial, en el que nos dice que somos derechos y humanos, que la casa sigue en orden, que estamos en el primer mundo, que el default nos llevará al cielo o que la Argentina es un país seguro, después de lo cual, ya medio pasados de copas, no queda más que la carcajada, tirar la cadena oficial y seguir con nuestros respectivos programas.
          Y todo ocurre en la fiesta a la que se ha arribado después de los preparativos hechos con resignación cristiana, fatalismo musulmán y llanto judío: " Que se va a hacer, es Navidad", " esto llega cada año y no hay cómo eludirlo", " huy, que caro está todo! Desde las casas vecinas aportarán al cóctel musical los últimos hits de la bailanta y la cumbia villera para volvernos a la realidad, y siempre habrá que lamentar quemados, heridos y desvalijamientos de casas cuyos dueños están camino de las playas atlánticas convencidos de que el sistema de seguridad que han instalado a precio de oro es eficaz.
          Y también, gracias al niño que nació en Belén, habrá gente civilizada e inteligente que,más rica o más pobre, con árbol o sin él, con vino o con agua, en un gran piso, en una chacra o en un departamento, mirará con amor lo que tiene: gente querida y salud. Y lo  agradecerá a quien  quiera, obviará el discurso presidencial y aprovechará la noche de paz para estar, aunque sea con la imaginación, en el lugar que siempre haya soñado. Y pensará:¡ Ojalá que la próxima Navidad sea igual a ésta!

Fuente: Enrique Pinti en " La Argentina según Enrique Pinti" suplemento La Nación.

                                         ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

No hay comentarios:

Publicar un comentario