Son muchas las personas que conducen
su vehículo bajo situaciones de estrés
y esta circunstancia incrementa el riesgo de
sufrir un accidente de tránsito como
consecuencia de un modo agresivo
e impaciente de manejar...
El estrés es un estado de fatiga física y psicológica provocado por exceso de trabajo, desórdenes emocionales o cuadros de ansiedad. Y como conducir un vehículo configura una actividad compleja y que de por sí suele ser angustiante, si la persona que está al volanteya se encuentra estresada, tal situación puede ponerla en riesgo de provocar un accidente de tránsito al no hallarse en las mejores condiciones para manejar.
Es muy probable que un conductor con estrés se vea sobrepasado por las exigencias del tránsito, aumentando la tensión y el malestar interior. A cada dificultad que se le presente tendrá respuestas erráticas y agresivas, tales como cometer excesos de velocidad, producir permanentes sobrepasos y cambios de carril, colocarse casi pegado al vehículo que lo precede, realizar maniobras bruscas, distraerse o mostrarse indeciso frente a un imprevisto.
ALGUNOS CONSEJOS...
Cuando la persona es consciente del estado de tensión que lo afecta, debe acentuar las medidas de seguridad al manejar, pero si nota que su estrés es muy elevado lo mejor resultará no conducir en ese momento.
Otra buena medida consiste en planificar el viaje considerando que va a demandar más tiempo del que se considera necesario para el recorrido, de manera de evitar situaciones de ansiedad frente a eventuales demoras o inconvenientes en el camino.
También es aconsejable disminuir la velocidad, porque está comprobado que a mayor velocidad hay mayor tensión. Por eso, para distenderse, es bueno circular a una velocidad prudente, lo que por otra parte permitirá disponer de más segundos para reaccionar ante un imprevisto o corregir una maniobra errónea.
Frente a cualquier obstáculo que entorpezca la marcha, debe procurarse reaccionar con calma y no forzar la marcha apurando a otros, violando normas o avanzando en zigzag. Una buena medida para lograrlo es realizar ejercicios respiratorios de relajación y escuchar música agradable y reconfortante.
De toparse con un conductor agresivo, torpe o lento, no hay que " engancharse", sino tratar de evitarlo cediéndole paso o sobrepasándolo con cuidado para poner adecuada distancia.
Debe eludirse discutir con los acompañantes de viaje sobre temas polémicos, lo mismo que atender el teléfono celular mientras se conduce porque es " fuente de distracción" y a veces un factor más de tensión. Y, finalmente, no hay que olvidar que la buena conducción de un vehículo requiere el necesario descanso nocturno y el no consumo de alcohol o alguna droga en las horas previas al manejo. Recuerde: si está nervioso o muy cansado, NO MANEJE!
Fuente: revista familia cooperativa
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