sábado, 9 de febrero de 2013

EL MATE NUESTRO DE CADA DÍA

Tan antiguo como las culturas 
prehispánicas y tan autóctono
como el tango.
Después del agua,
sigue siendo la bebida
más consumida de nuestro país.

                                                                         


          Históricamente la costumbre de matear siempre dijo mucho más que un simple hábito: de ahí que afirmar que esta conducta repetida a diario por 9 de cada 10 argentinos está de moda, es casi peligroso.
          Sin embargo, cabe preguntarse por qué, desde hace un tiempo, los bares de Buenos Aires, lo están incluyendo en sus cartas como oferta vanguardista. O por qué algo tan tradicional ha llegado a las modernas ferias del diseño.
          O por qué las empresas yerbateras están lanzando productos relacionados cada vez más novedosos. Tanto historiadores, organismos oficiales como productores aseguran que el consumo de yerba mate crece año a año en la Argentina.
          " Aunque no contamos con estadísticas de períodos anteriores, se sabe que su uso aumenta al ritmo del crecimiento vegetativo del país, es decir, en un 1%.  Y eventualmente, con campañas de promoción, hasta un 15%, afirma Héctor Manso del Instituto Nacional de la yerba mate.
          Esto no significa, sin embargo, que se hayan sumado nuevas franjas de consumidores : 
" La transversalidad del consumo es un fenómeno histórico, desde siempre fue una bebida de todas las clases sociales", aclaran desde el establecimiento correntino " Las Marías".
          " En los '90 había una ingesta de 5,8 kg per cápita anuales, mientras que hoy se calcula que es de alrededor de 6,4 kg. Notamos que los jóvenes están incorporando el hábito a edades más tempranas. Por otro lado, la gente ya no tiene inconvenientes en exhibirse en la vía pública", sostiene Miguel A. Sniechowesky, presidente de la Cámara de Molineros de Yerba Mate, y agrega: " Además, últimamente no sólo se le reconocieron sus propiedades saludables sino que en muchos casos la yerba fue sustituto de otras infusiones e incluso de alimentos durante la crisis".
          Cuenta la historia que los padres Jesuitas, además de encontrarle ventajas económicas al cultivo de yerba mate, lo usaron como solución a un asunto que los preocupaba: el abuso del alcohol en las reducciones. Pues bien, aparte de este beneficio, nuestra infusión tiene otras bondades: es diurético natural, estimulante del sistema nervioso, circulatorio y muscular y un buen digestivo. También ayuda a tener un mejor rendimiento de la memoria y alivia la fatiga cerebral.
           Se sabe entre los yerbeadores que decir " gracias" al recibir el primer mate es sinónimo de grosería, ya queen el universo de significados que engloba este hábito, sólo se agradece cuando ya no se quiere más. Cebarle a alguien el segundo mate es un modo de rendirle homenaje, ya que entre los dichos populares el primero es el de los zonzos.
            A la hora de cebar, hay dos reglas de oro: es prohibido dejar hervir el agua y remover la yerba, porque como dice el refrán: " AL QUE REVUELVE EL MATE, SE LE TAPA LA BOMBILLA".

Fuente: Catalina Cattaneo / Revista Nueva.
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