un impulso irrefrenable e incontrolable
por sustraer objetos.
Aquello robado carece de valor y no es
algo que necesita la persona en sí para
nada en concreto.
La acción del robo viene previamente
acompañada por una ansiedad y malestar
interior que desaparece al sustraer su objeto preferido...
Los cleptómanos en muchas ocasiones, después de obtener lo robado, comportan sentimientos de culpa, vergüenza y malestar personal. A diferencia de un ladrón convencional que roba para conseguir los objetos en sí, con malicia, ya sea por necesidad o diversión, el cleptómano consigue el beneficio del hecho de satisfacer su impulso y así, reducir la ansiedad, de forma parecida a cómo funciona un trastorno obsesivo compulsivo, por ejemplo la realización de rituales tales como encender y apagar luces para reducir la ansiedad.
Las personas acusadas de esta enfermedad tienen rasgos comunes a otros trastornos como las ideas o pensamientos intrusivos, impotencia para refrenar el impulso de robar y liberación de la presión y ansiedad tras el acto. En la mayoría de los casos hay afectación de otras áreas vitales de la persona, que ve deteriorados el ámbito familiar, laboral, social y/o personal.
Para su rehabilitación, es vital que el cleptómano reconozca su trastorno y pida ayuda profesional, sino, sin ayuda del propio implicado, es prácticamente imposible solucionar la dificultad.
ANTE LA MENOR DUDA, ACUDA A UN PROFESIONAL DE SU CONFIANZA.
Fuente: Doctor Romeu y asociados. Gabinete médico y psicológico. Barcelona.
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