Quienes padecen afecciones
reumáticas pueden tener
receptores de presión alterados
en sus articulaciones, con lo que
detectan los cambios bruscos de la
atmósfera y ellos se traduce en un
aumento de la intensidad de los dolores
habituales...
El organismo humano reacciona, como defensa a las bajas temperaturas, con contracciones musculares, que pueden convertirse en contracturas y generar dolor. También el clima frío hace que se manifieste el llamado "fenómeno de Raynaud" que acompaña frecuentemente a los procesos reumáticos. Se caracteriza por dedos de las manos y los pies, fríos y dolorosos debido a la menor llegada de sangre a esas zonas, ya que los vasos sanguíneos se contraen como respuesta al frío.
Para aliviar estas molestias desencadenadas por variantes climáticas se recomienda: adecuar el tratamiento médico. Protegerse del frío con ropa adecuada, manteniendo una temperatura constante. Aplicar calor suave en los lugares de contracturas. Baños en aguas templadas, realizando movimientos suaves para las articulaciones.
Realizar ejercicios de estiramiento y masajes descontraturantes. Actividad física progresiva y controlada para mejorar la rigidez y la amplitud de movimientos. Finalmente, hay que recordar que el clima no agrava la patología, sino la percepción del dolor que ella produce.
Fuente: Doctora María Isabel Casas. para Revista Familia Cooperativa.
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