Cada vez son más los habitantes
del mundo desarrollado
que viven solos.
La clave para salir de esa situación
es lograr aceptar los límites
personales y ajenos ...
Se percibe en la vida diaria, a personas que viven solas. Y las cifras lo confirman: en los últimos tiempos, cada vez son más los que lidian con la soledad. " Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos ( INDEC), en la Argentina hay un 17% de personas que viven solas o en hogares unipersonales. En 1960, apenas un 7% de los habitantes vivía solo. Pero en 1980 ese porcentaje subió al 10%, afirma la psicopedagoga Mariana de Anquín, coordinadora del centro de orientación familiar " Orientar". Lejos de ser exclusivo de nuestro país, el fenómeno se registra desde hace unos 40 años en todo el mundo desarrollado. En una de las manifestaciones de un proceso que muchos denominan d-e-s-a-c-r-a-l-i-z-a-c-i-ó-n del matrimonio y de la procreación.
La cultura vigente en generaciones anteriores ejercía una presión compulsiva sobre hombres y mujeres para la concreción del matrimonio - explica el psicoanalista Hugo Litvinoff, miembro titular en función didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina-. Se generaba así la ficción de que la mayoría de la población adulta, al estar casada, se encontraba acompañada. Hoy existe menos hipocresía. El ejército de personas solas, es un fenómeno actual. Pero el angustioso sentimiento de soledad no es, desde luego, nuevo.
Pese a que no es un síndrome exclusivo de los 30 años, la población que llega a esa edad es la más preocupada por el tema. Muchos treintañeros viven esta situación con gran ansiedad - comenta la licenciada Anquín. El riesgo es la búsqueda compulsiva de pareja. " El vértigo actual y la idea de que el consumismo es el medio para alcanzar la felicidad hacen que el afecto pase a ser un objeto más por adquirir".
Cuando llega el momento del balance vital, las personas que viven solas tienen un particular modo de encarar sus logros y cuentas pendientes. " Los hombres tienden a evaluarse midiendo el éxito profesional y económico - afirma Anquin-. En cambio, las mujeres, además de lo profesional consideran su plan maternal y familiar". ¿ El resultado?... Grandes posibilidades de que se produzca un desencuentro.
" Cuando una persona está sola y sufre por eso, pierde su tiempo al intentar explicar su soledad a partir de los defectos o limitaciones del sexo opuesto" comenta Litvinoff. Lo ideal es adoptar otro tipo de actitud: mirarse a sí mismo, preguntarse asi realmente se está dispuesto a generar un espacio para otro. " Muchos fracasos en la búsqueda de pareja tienen que ver con un intenso deseo de ser amado, pero acompañado de una total incapacidad para amar. Antes de encontrar una pareja que valga la pena es imprescindible dejar de estar solos por dentro. Crear un espacio en el que un extraño pueda ser incluido y comprendido. Que una persona con limitaciones también sea amada y valorada".
Fuente: Diana Fernandez Irusta / Para revista Viva ( suplemento La Nación)
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