de mosquito que transmite una
grave enfermedad que se
manifiesta de dos maneras:
el dengue y el dengue hemorrágico,
que puede ser mortal, si no es
tratada a tiempo...
El riesgo del dengue aumenta durante el verano, ya que en el invierno el mosquito desaparece, aunque por la corriente del niño no hemos tenido un invierno crudo, y las lluvias han aumentado en milimetrajes, puede darse la ocasión de que aparezca este mosquito nuevamente.
El tiempo de incubación del dengue es de 8 a 10 días y los síntomas de alerta son dolores de cabeza y las articulaciones, falta de apetito, fiebre y erupciones en la piel. La enfermedad dura de 5 a 7 días. Es una afección muy parecida a la gripe, pero es esencial no confundirlas. Por otra parte, el dengue hemorrágico se detecta a través de manchas rojas en las manos, los pies, las piernas y las axilas. También se tienen hemorragias por la boca y mucha fiebre.
La forma de prevenir el dengue es combatiendo los criaderos de larvas, que se encuentran en el agua acumulada o estancada ya sea en baldes, latas vacías, botellas, bebederos de animales, y objetos abandonados en el fondo de los patios. Ante cualquiera de los síntomas si se presenta en una persona, debe concurrir con urgencia al hospital más cercano, y tomar mucho líquido y no tomar aspirinas, porque actúan de anticoagulante y podrían empeorar los problemas de coagulación.
Recuerde que la temperatura elevada, la lluvia en cantidad, la altitud cercana al nivel del mar, la densidad demográfica son factores que favorecen el desarrollo de esta afección.
ANTE LA MENOR DUDA CONSULTE CON SU MÉDICO DE CONFIANZA.
Fuente: Rosario López Crozet. Revista "Mia". Asesoramiento Doctor Pedro Casserly director de Medicina Preventiva.
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