se vinculó al mundo del espectáculo
como integrante del coro de la
compañía teatral Vittone- Pomar,
adoptando el apellido de su prima
la gran actríz Olinda Bozán.
Sofía Bozán, su nombre artístico y Sofía Isabel Bergero el verdadero. Nació el 5 de noviembre de 1904. De a poco y en ascenso fue escalando posiciones en la compañía teatral lo que permitió ingresar en el más prestigioso de los rubros teatrales de la época la de Enrique Muiño y Elías Alippi.
Con ellos debuta como cantante en 1926, estrenando el tango "Canillita" de Tomás De Bassi y Antonio Botta. A partir de entonces nació un estilo picaresco, relacionado con el tango humorístico, la cachada ( la burla) y el lunfardo, iniciando un modo de interpretación que fue seguido después por otras colegas suyas, como el caso de la gran Tita Merello.
Mientras cantaba, iba bailando en el escenario y fue una de las pioneras en intercalar diálogos y bromas con su público que la admiraba y respetaba. Pero también interpretaba tangos dramáticos, tanto es así que en 1927 con la compañía de Alippi y Contursi en la obra "Saltó la bola", estrenó el tango de Raúl de los Hoyos y Luis Bayón Herrera "Un tropezón" que grabara ella misma y otras figuras como Carlos Gardel, con casi todas las orquestas de la época.
A partir de 1929 empezó a grabar discos en la casa Electra, propiedad de Alfredo Améndola pionero de nuestra fonografía. Allí fue acompañada por la orquesta de Francisco Pracánico, con quien hizo "Un Tropezón", "Canillita", "Nicanora", "Gabino" "Carro Viejo", "Cobarde", "Esta noche me emborracho" y "Engominado", todos ellos, éxitos que se convirtieron en clásicos populares.
Grabó también con acompañamiento de guitarras, algunas piezas criollas con el estilo de la zamba "Traicionera" y "Mis Quejas". En 1930 grabó "Yira, Yira". Con la compañía de Manuel Romero y Luis Bayón Herrera hizo una gira por España y Francia, a comienzos de 1931. Debutó en cine en ese mismo año en la película "Luces de Buenos Aires", que también participó Julio de Caro.
Su espíritu, su alegría y sus canciones vibran en el aire de Buenos Aires, porque Sofía Bozán es parte de ella. Es un emblema que representa con orgullo la historia del teatro, el cine, el tango y la vida de los porteños. Sofía Bozán, murió el 9 de julio de 1958, de cáncer, a los 53 años y el diario Noticias Gráficas publicó:
" Los bandoneones porteños enlutados, rezongan en este día triste un responso a su memoria. Y como si escuchásemos su voz, perdiéndose en la eternidad y en el recuerdo. Sofía Bozán ha hecho su último y definitivo mutis".
Fuente: Todo Tango.com. y Wikipedia Google.
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