El dogo argentino es
una raza de creación reciente.
Este perro es bastante tranquilo,
jamás provoca una pelea,
pero, si es provocado, su reacción
es verdaderamente temible.
La sumisión del dogo a su amo es total, sin condiciones, reservas ni reticencias. El dogo es un perro para toda la familia, puesto que su carácter es dócil, afectuoso y siempre está dispuesto al cariño. Además, asimila el castigo sin la menor protesta.
Su procedencia es de Argentina, y sus orígenes datan del siglo XX. La primera función que cumple es la de cazador y la otra es de compañía y cazar. Su cabeza es maciza, convexa en el sentido anteroposterior y transversal por los relieves de los músculos masticadores y de la nuca.
Sus ojos son oscuros o de color avellana. La separación entre ellos es grande, con una mirada viva e inteligente, aunque con marcada dureza. La nariz es pigmentada fuertemente de color negro.
Las orejas están ubicadas sobre la cima de la cabeza, erectas o semierectas, de forma triangular. La mayoría de las veces sus dueños las cortan. El cuello es grueso, arqueado muy esbelto y con la piel de la garganta muy gruesa.
La cola del Dogo es larga y gruesa, a veces suele estar caída. Durante la lucha se mantiene levantada en un continuo movimiento lateral. El pelo es corto y de color blanco, en tanto que su peso corporal alcanza entre 40 y 45kilos.
Recordamos que la fiereza del Dogo argentino, nace de la fidelidad a su amo.
Fuente: Revista Como estar Bien.
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