El origen del nombre
algarrobo, se remonta a la
época colonial cuando los españoles
observan en este árbol,
conocido como " tacco" en quechua
algunas cualidades parecidas
a las del algarrobo europeo
conocido con el nombre :
ceratonia siliqua.
¡ Cómo no sentir especial respeto, casi veneración, por este patriarca de las pampas argentinas, que presidió las reuniones de los primeros cabildantes que tuvo la ciudad capital; bajo cuyas frondas, allá, en el humilde solar de La Rioja, San Francisco Solano cristianaba entre los acordes de su violín a nuestros indiecitos, y cuya chata corona dio sombra al general Paz, después de triunfar en los campos de Córdoba sobre la barbarie!
Él, solamente él, puede brindar al paisano su hogar y su aliento; cumbrera y horcones para el rancho; algarroba y palta, que es decir, azúcar y mazapán, añapa, que es el refresco; y aloja, que es el espíritu para alegrar las festividades. Casa, pan y vino, a lo que podría agregarse aún, remedio.
Mas el rancho no está vacío; el rústico moblaje, sin excluir el mortero y la batea, es de madera de algarrobo; en el fogón que templa los fríos, arden sus leños; y en la pared encalada prende el tosco crucifijo, también donación del noble árbol.
Bendita planta: ¡ Qué sería de la población indígena de la amplia zona en que vives, sin tu ayuda en los malos tiempos!
Fuente: Wifredo Solá, doctor en ciencias médicas y profesor de botánica argentino.
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