El hígado es como un
laboratorio que
produce y depura.
Por ende, periódicamente
necesita una desintoxicación.
CEREZAS: Son antioxidantes y depurativas de la sangre, y por ende facilitan el trabajo hepático.
CIRUELAS: Evitan el estreñimiento, benefician la eliminación de desechos orgánicos y el trabajo hepático.
MANZANAS: Facilitan el vaciamiento de la bilis y la descongestión hepática.
PALTAS: Promueven activamente la salud del hígado y lo protegen de una sobrecarga tóxica.
POMELOS: Ricos en vitamina C y antioxidantes, dos componentes ideales para limpiar el hígado.
UVAS: Brindan azúcares naturales y vitaminas antioxidantes, que activan la función desintoxicadora del hígado y estimulan la producción de bilis, e incluso facilitan el retorno de la sangre del aparato digestivo hacia el hígado.
SI PROBAMOS CON LA NATURALEZA SABIA ...
Cien gramos de raíces de diente de león y medio litro de agua son los ingredientes necesarios para preparar una infusión curativa del hígado. El diente de león es un estimulador de la función hepática y biliar, siendo muy útil en aquellos casos en que se presente hepatitis o cirrosis.
Por sus propiedades depurativas y hepatoprotectoras, puede utilizarse para depurar la sangre de toxinas y proteger el hígado de una posible degeneración causada por intoxicación alimentaria o química. Tomar tres tazas al día.
ANTE CUALQUIER DUDA CONSULTAR CON SU MÉDICO DE CONFIANZA.
Fuente: Saber Vivir. Signos vitales.
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