lunes, 23 de septiembre de 2013

CUANDO LA TRISTEZA NOS ABRAZA

La pérdida de alguien 
cercano, envuelve a cualquier
persona en una tristeza enorme
que las palabras más buenas
no alcanzan para consolar
y dejar atrás esa sensación de
angustia y desesperanzas.
Algunos consejos o estrategias
ayudarán para sacar ese dolor
del alma herida.


                                                                


          Compartir los sentimientos de tristeza que experimentamos, lo mejor es con personas que saben de nuestro dolor. Hablar de los temas que nos aquejan con quienes sabemos que nos van a acompañar y contener, ya sean familiares, compañeros de trabajo o amigos que siempre están con nosotros.
          Una caricia, un abrazo de algún ser querido, nos ayuda a descargar tensiones y a soportar la pena. Si tiene ganas de llorar, ¡ hágalo! Esta reacción natural de dejar fluir el llanto, promueve la relajación y la tranquilidad del espíritu, ayuda a drenar el dolor y a despedirse del ser que dejó esta vida.
          Se debe aprender a reconocer y modificar pensamientos negativos girándolos hacia lo positivo. Es muy beneficioso propiciar el contacto con lo que nos gusta y nos atrae: arte, naturaleza, actividad creativa o recreativa, red afectiva o social.
          La risa  y el buen humor son expresiones de alegría que aumentan la secreción de endorfinas y éstas elevan al sistema inmune, favoreciendo la circulación sanguínea, induciendo a la distención.
          Tomarse la vida con humor, incluso las desgracias, favorecen la aparición de soluciones creativas ante los problemas, y acerca más a las personas..




Fuente: Revista Buenas Ideas.
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