sábado, 1 de junio de 2013

"EL ARTE DE COMBINAR LOS SONIDOS"

Definida hace siglos como
ya dijimos: "El arte de combinar
los sonidos", hasta ahora la música 
no encuentra mejor explicación.
Lo que ha variado, es el sentido
que se da actualmente al "arte",
al gusto por "combinar" notas 
musicales y, además, lo que la ciencia
de nuestro tiempo entiende por sonidos
u ondas sonoras.

                                                                                                                  


          La música como idea no ha cambiado; lo que se ha transformado es la manera de entenderla. Igual ha pasado con la pintura o la poesía. ¿Hay forma de ponerse de acuerdo?.
          Tanto en el siglo X antes de Cristo como en la actualidad, la música mantuvo siete soportes inamovibles: melodía, armonía, timbre, ritmo, acento, colorido y modulación.
          Ciertos compositores olvidan unos y recargan otros, algunos funden dos o más de aquellos elementos y hay quienes tratan de lograr, últimamente, sonidos más allá de los conocidos, auxiliados por instrumentos electrónicos.
          Otros, abandonando todo lo que se sabía en materia musical, utilizan ruidos, ya sea provenientes de la naturaleza ( pájaros, ramas que se quiebran, etcétera) o artificiales ( motores,
taladros, etcétera). Estas son experiencias escasas, aún en plena investigación. 
          Para entender música, se necesita un papel pautado o sea el llamado pentagrama, que tiene 5 líneas paralelas; los signos que en él se escriben se llaman notas (do, re, mi, fa, sol, la , si). Esta sucesión, escrita de abajo hacia arriba en el pentagrama, indica una escala ascendente: como si usted arrancara su voz desde el pecho y la elevara hasta lo máximo que dé su garganta.
          Al revés, la escala es descendente. Las notas se ubican, o bien sobre las líneas o entre sus espacios blancos; es la entonación. Como las 7 notas a veces no alcanzan para desarrollar un trozo musical, se usan líneas adicionales en el pentagrama en la cantidad necesaria para lograr sonidos graves y agudos (últimas y primeras líneas, respectivamente).
          Las notas, del "do" al "si", forman la octava. Es decir, una extensión que en el piano va desde el dedo pulgar al meñique (en una mano normal) suficientemente separados. Observe: apoyando el dedo gordo sobre el "do", el índice tocará el "re", el mayor el "mi", el anular el "fa". Las notas negras del piano son los sostenidos, o sea las mismas notas con un rango de vibración más alto.
          En otros instrumentos musicales (violín, arpa, etcétera), la disposición de los signos musicales cambia de sitio pero mantiene sus características. ¿ Qué pasa con la armonía, el timbre, el acento, o la modulación? Según el orden en que usted haga sonar una tecla o una cuerda, y la mayor o menor duración que desee obtener de su vibración, se logra la armonía y la melodía; el ritmo depende de la velocidad con que salen las notas y el acento o modulación de una combinación entre melodía, armonía y ritmo.

Fuente: Revista La Razón, Ricardo Peralta Ramos.
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