Las camelias son plantas considerablemente
rústicas y de lento crecimiento.
Estos arbustos, que pueden llegar a medir
entre 2 y 3 metros de altura, suelen presentar
un frondoso follaje...
Esta hermosa planta, posee muchas flores, que asoman tanto en invierno como en primavera. Célebres por su belleza, se clasifican en simples, semidobles, dobles, dobles irregulares, con forma de anémona, de peonía y de rosa.
Los colores van desde el blanco hasta el colorado, pasando por toda la gama de los rosa. También existen tonalidades combinadas. Esta especie se desarrolla bien en climas templados y templados fríos, sobre todo en aquellos lugares que cuentan con un invierno y una primavera suave y húmedos, y un verano caluroso y seco.
Las hojas, gruesas como el cuero, conservan la humedad de la planta, haciéndola resistente al calor. Son sensibles, en cambio, a las heladas y el pleno sol. Por eso se recomienda ubicarlas en lugares que reciban el sol de la mañana, pero que estén protegidas de los rayos intensos de la tarde. Para su buen desarrollo es esencial un suelo suelto, bien drenado, con un pH entre neutro y ácido.
La tierra debe estar húmeda, aunque no empapada. Esta planta es frecuente ser atacada por cochinillas y fumagina, que ennegrecen los tejidos de la planta. Consulte en su vivero de confianza, por el producto para combatirlas.
Fuente: Revista Jardín, para La Nación.
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