En el folclore de muchas
culturas, son supuestos espíritus
o almas desencarnadas de seres
que alguna vez vivieron, y se manifiestan
entre los vivos de forma perceptible,
ya sean golpes, aromas u otras formas...
Quienes los han visto, los describen como siluetas o sombras monocromas, por lo general oscuras o blanquecinas, más bien difuminadas, nebulosas o antropomórficas, de carácter inmaterial y transparentes, que flotan y pueden no estar completas o no tener rasgos definidos ni rostro, pero también y más raramente aparecen opacos, de cuerpo entero y con apariencia humana normal.
Algunos parapsicólogos afirman que cuando se mueven adoptan la apariencia de esferas de luz que supuestamente han sido filmados saliendo o entrando a través de paredes; en realidad podría tratarse de ilusiones ópticas producidas por retrodispersión. Se ha documentado apariciones de fantasmas que no suelen pasar una fracción de segundo o a lo más 2 o 3 segundos, raramente más.
En los momentos previos constatan que se produce alguna forma de entalpía por la cual la temperatura baja sensiblemente antes de alguna manifestación sensible, como el desplazamiento de objetos, aromas, pasos o voces. Su aparición provoca a veces en los seres humanos decaimiento, opresión o cefalea, y también mucho miedo.
Recordemos: los fantasmas se aparecen siempre en el mismo lugar que habitaba o frecuentaba la persona con que se relacionaba, o bien en el lugar en que tuvo una muerte violenta. Por eso es posible formular la hipótesis de que quizá estén asociados a algún tipo de lo que se ha descrito como memoria celular, pueden trasladarse a otros lugares pero, siempre asociados a alguna persona relacionada con ellos.
Fuente: Wikipedia, Google.
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