una ofensa, sin importar la gravedad
o el grado de intencionalidad del hecho,
ocurre con frecuencia que pensamos en
la inmediata venganza o decimos que el
perdón corresponde a Dios...
"Perdono, pero no olvido...", es la frase más común entre las personas. Pero, el perdón es ciertamente, una virtud difícil de cultivar. Solo es habitual encontrarla en forma verdadera en los grandes sabios y hombres que hayan alcanzado un óptimo desarrollo de la espiritualidad.
Al ver que alguien nos hace casi imposible tratar de alejar los pensamientos negativos que, contra esa persona , acuden a nuestra mente. Sin embargo, bueno sería que lo intentáramos, pues es un modo de superar nuestras imperfecciones y dar un paso más en el camino de nuestra evolución.
Perdonar al otro sincera y desinteresadamente es un acto de valor altamente positivo. Implica que no tenemos intención alguna de devolver el mal que nos hacen y esta actitud nos allana el sendero lleno de obstáculos que nos conduce a la realización personal. Al ofrecer nuestro perdón, alejamos las vibraciones negativas y los sentimientos que resultan nocivos para nuestra espiritualidad.
Fuente: Revista Predicciones.
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