Aprenda a relajarse, ya sea
mediante el yoga, la meditación trascendental
o la musicoterapia.
Un ejercicio sencillo consiste en relajar
una a una, todas las partes del cuerpo,
tratando de poner la mente en blanco...
Haga deportes suaves, que no afecte su cuerpo, si es con un preparador personal , mejor aún. Olvídese de las frases "mañana empiezo" o "estoy muy cansado". Piense que luego de una hora de tenis o de gimnasia, sus músculos estarán distendidos y su mente despejada.
Cuando se acueste, no piense en sus problemas, o en todo lo negativo que le pasó en el día. Recurra a pensamientos agradables o escuche música clásica.
No consuma ansiolíticos, somníferos o medicación sin orden de médico, por su cuenta. Dosifique el café, los picantes, el alcohol y el tabaco. Si es posible, elimínelos.
Recuerde que la leche y sus derivados son tranquilizantes, y si bebe un vaso de leche caliente con miel, antes de acostarse, tendrá un buen dormir durante toda la noche.
Trate de hacer la menor cantidad de cosas que no le agradan. Si no quiere ir a una fiesta, diga no, sin importarle lo que piense el resto.
El fin de semana debe ser sagrado. Durante esos dos días, olvide completamente su trabajo. Hay personas que llevan a sus hogares problemas del trabajo o tareas de su trabajo, esto es negativo. El trabajo en el trabajo y no, para el hogar.
Cuide su dieta, no cometa excesos. Evite las comilonas y también los grandes ayunos, con un régimen equilibrado.
Impóngase como método, dar importancia sólo a aquello que lo merece.
Encuentre su hobby, y dedíquele por lo menos treinta minutos diarios, y verá que le alegrará el día.
Fuente: Revista Saber Vivir.*
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