domingo, 17 de agosto de 2014

NO ES LO MISMO UN FAQUIR QUE ALGUIEN QUE SUFRE DE ANOREXIA

Un dicho muy común:
"Si seguís con tu dieta tan
estricta, vas a quedar como
un faquir..."



                                                                                             


          La palabra "faquir" procede del árabe -faqr- que significa pobre o mendigo, y poco tiene que ver con prácticas voluntarias, que en cambio corresponden a los yoguis  de la India. Estos, a diferencia de los mendigos árabes, no parten de un estado de necesidad que los obliga a solicitar la caridad pública.
          Por el contrario, mortifican su carne con toda clase de ayunos y pruebas de voluntad o de aniquilamiento de la personalidad, buscando en el ascetismo El Nirvana o felicidad plena. Las historias occidentales han jugado con la idea del faquir que duerme sobre un lecho de clavos, pisar brasas o atravesarse en brazos, piernas, nariz o cuello con largas agujas.
          En resumen, se trata de vencer al dolor, con las fuerza de la concentración mental. Nada que ver, pues, con dietas extremas, ya que de tanto en tanto, beben agua para no morir de intoxicación renal. Faquires y yoguis son populares en Occidente a partir de la conquista inglesa de la India. Toda una literatura, un arte gráfico y cientos de leyendas fueron asimilados por la mente europea y americana. Y un prestigio inusual se abrió paso entre los que habitualmente comen bien, porque pueden hacerlo: el que merecen los capaces de no comer, aunque pudieran, para demostrar su gran voluntad de acero templado.




Fuente: Suplemento La Razón. 
********************************************************************************* 

No hay comentarios:

Publicar un comentario