Los mensajes más importantes
que los seres humanos se
transmiten muchas veces
constan de pocas palabras:
Cuenta conmigo.
Si alguna vez ha surgido un desperfecto en su hogar en un feriado, que es difícil encontrar al especialista para su arreglo, seguramente sabe cuán reconfortante es encontrar a la persona indicada y le diga:-"señor, cuente conmigo, voy a arreglarlo"- y usted tendrá la tranquilidad y la paz por dicho arreglo.
Hay otra importante frase corta que es de las más difíciles de aprender a decir: "Quizá tenga razón". Si más personas dijeran esta frase, no habrían tantos divorcios o separaciones o peleas. Cuando nos obstinamos en nuestras opiniones hasta el grado de no ceder en ningún punto, nos hacemos un flaco servicio.
Otra frase que pasa inadvertida entre las personas es: "Escucha a tu corazón". La gente puede proponernos lo que nos conviene hacer, pero nadie se hará responsable de los errores que cometamos. Tenemos que tomar decisiones solos. Es entonces cuando hay que preguntarle al corazón y saber escucharlo.
Los psicólogos llaman a esto "estar en armonía con uno mismo". Los líderes espirituales lo llaman "estar en armonía con un poder superior". Sea cual sea el nombre que se le dé, todo el mundo es capaz de encontrar las respuestas adecuadas para su vida. Es un don formidable, pero hay que aprender a usarlo.
La vida no viene acompañada de ningún plan. Hasta cierto punto, la página está en blanco. Uno puede tener una idea aproximada de hacia dónde va, pero no llegará si no toma algunas decisiones difíciles. Para ello, tal vez estas palabras, sencillas pero profundas, resulten útiles:
" Cuenta conmigo", " Quizá tengas razón" y "Escucha a tu corazón".
Fuente: Martha Dunagin Saunders, condensado de "Vital speeches of the day". Selecciones del Reader's Digest.
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