Con sus nuevos descubrimientos
los cronobiólogos nos están
enseñando aspectos que
literalmente pueden cambiar
nuestra vida, ayudándonos
a organizarnos de tal manera
que podamos trabajar con nuestros
ritmos naturales, y no contra ellos.
Estos pueden mejorar nuestra
perspectiva de la vida, así como
nuestro rendimiento en el trabajo,
el estudio y el deporte.
Todos los organismos vivos, desde los moluscos hasta los hombres y las mujeres, presentan ritmos biológicos peculiares. Algunos son breves, y se pueden medir en minutos o en horas. Otros duran días o meses. El punto más alto de la temperatura corporal, que en la mayoría de las personas ocurre en las últimas horas de la tarde, es un ritmo biológico diario.
El ciclo menstrual es un ritmo biológico mensual. El incremento del impulso sexual en otoño - no en la primavera, como los poetas nos harían creer- es un ritmo biológico anual, o estacional.
La idea de que nuestro organismo está en flujo y reflujo constante es relativamente nueva, y va en contra del saber médico tradicional. En el pasado, muchos médicos aprendieron que el cuerpo tiene un ambiente interno relativamente estable, u homeostático. Se consideraba que las posibles fluctuaciones eran casuales, y sin la suficiente importancia para estudiarlas.
Pero ya desde principios de los '40, algunos científicos pusieron en tela de juicio el punto de vista homeostático del del cuerpo. Franz Halberg, joven científico europeo que trabajaba en Estados Unidos, notó que el número de glóbulos blancos de los ratones de laboratorio era muchísimo más alto o más bajo a determinadas horas del día.
Gradualmente, la investigación se extendió al estudio de otros ritmos en otras formas de vida, y los descubrimientos fueron a veces asombrosas. Por ejemplo: la hora del día en que una persona es irradiada con rayos X o que ingiere fármacos contra el cáncer puede afectar los resultados y, a la postre, significar la diferencia entre la vida y la muerte.
Como son fáciles de detectar y de medir, se tienen más conocimientos sobre los ritmos biológicos diarios que otras clases de ritmos. El más obvio es el ciclo "sueño/vigilia". Pero también hay otros ciclos diarios: temperatura corporal, presión sanguínea, concentraciones de hormonas.
En medio de estos y de los otros ritmos corporales que están cambiando constantemente, porque usted es una persona diferente a las 9 de la mañana de la que es a las 3 de la tarde. Cómo se siente, cuán bien trabaja, su agudeza mental, su sensibilidad ante los sabores y olores, el grado con el que disfruta de la comida o de la música; todo ello está cambiando a lo largo del día.
La mayoría de nosotros parece alcanzar el máximo grado de alerta o agudeza mental al mediodía. Poco después, esta declina, y es posible que tengamos sueño a media tarde. La memoria de corto plazo es más brillante por la mañana; de hecho, es como un 15% más eficiente que a cualquier otra hora del día.
Así que tomen nota, estudiantes: cuando vayan a rendir un exámen académico o estudiantil, realmente sirve de algo revisar los apuntes un poco antes de empezar con la prueba.
Fuente: Susan Perry. Revista Selecciones del Reader's Digest.
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