Contra el mito arraigado
de que las mujeres no saben
manejar, las estadísticas
demuestran que son más
seguras, respetan las reglas y
causan menos accidentes...
Quien de nosotros no ha vivido alguna vez una situación en que un auto se nos adelanta, haciendo malabares entre otros vehículos, y cuando vemos por el espejo retrovisor, descubrimos que es una mujer, y exclamamos ¡ Tenía que ser mujer!.
Les guste o no a las mujeres, su mala fama al volante, a veces merecida y otras no tanto, está ampliamente arraigada en la mentalidad de los hombres. Ellos piensan que las mujeres son un peligro constante al volante, que son lentas, que son distraídas, que no reaccionan rápido, que no usan los espejos, que dudan mucho, etcétera, etcétera...
Pero la realidad muestra que no todos los errores en las calles, y sobre todo los más graves, son culpa de las mujeres. Resulta que, mal que les pese a los caballeros, las estadísticas contradicen esta creencia nacida en un machismo infundado.
Según estudios realizados por "Luchemos por la vida", ellas son más seguras al volante y se cuidan más. Son más precavidas y cumplen más las leyes de tránsito porque son más conscientes de los riesgos que implica ir al volante.
Mientras que los hombres son más osados al conducir y confían por demás en sus capacidades, lo que los hace pisar el acelerador con el peligro que esto encierra.
Fuente: Dolores Gallo, archivo revista Nueva. Diario La Nueva Provincia.
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