tanto para el hombre como
para la mujer, la llamada
"edad crítica".
En ese período, tiene lugar,
como su nombre lo
indica, una crisis.
Una más dentro de
las tantas que surgen
en el transcurso de la
vida humana.
El climaterio forma parte de las crisis vitales, como las que se dan en la culminación de la niñez, la adolescencia y la adultez. Desde el punto de vista orgánico, en el climaterio se suceden cambios significativos, distintos en el varón y la mujer, no sólo en cuanto a lo fisiológico, sino también en lo psicológico.
Este último tipo de implicancias es de las más difíciles de compartir por ser más profundas: generalmente no se hablan con amigos o amigas cercanos, aunque a veces sí con la propia pareja pues atañen a la misma esencia de la sexualidad, entendida esta última en su sentido más amplio; es decir, porque afectan lo más hondo de sentirse hombre o mujer.
Ante todo, es imprescindible la atención médica que alivie malestares y alteraciones que pudieran existir. El modo de convivir ya no encierra pautas rígidas y nimias, sino que se desarrolla en el marco de una distensión y una armonía que sólo los años bien experimentados pueden ofrecer.
Se impulsan más aún las reuniones con amigos, las salidas y, para aquellos que no solían hacerlo, a veces en esta etapa es cuando se valoriza la apertura a lo social. Asimilar la madurez, supone un sincero y profundo autoanálisis a fin de tender a un sentir armónico y auténtico modo de vivir.
Fuente: Claudia Wright, para revista Predicciones.
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