martes, 13 de mayo de 2014

NOS COMEMOS UN SANDWICH...


En cualquier momento viene bien
un sandwich, para saciar el apetito
o para compartir con amigos, ya sea
de pan de miga, pan común con fiambres
o carnes varias...


                                                                        


          La primera referencia del vocablo sandwich como un alimento frío, aparece documentada en el diario del historiador inglés Edwuard Gibbon en 1762, en donde cuenta que se asombró al observar a dos nobles acaudalados del lugar en una cafetería, que comían carne fría o sandwich y que finalizaron su charla tomando ponche y hablando confusamente de política.
          Elizabeth David, comenta en su libro English Bread and Yeast Cookery (El pan y la levadura en la cocina inglesa), que mientras los franceses e italianos permanecieron fieles al pan tipo payés, de pueblo o rústico, los ingleses adaptaron rápidamente el uso de moldes de lata con el que hacían panes moldeados que aseguraban cortar finas rebanadas de pan blanco.
          El sandwich posee una historia que establece sus orígenes en el siglo XVIII, a partir del aristócrata inglés John Montagu, IV Conde de Sandwich (1718-1792), aunque no fue él su inventor. Se cuenta que este conde le gustaba comer de esta forma porque así podía jugar a las cartas mientras comía, sin ensuciarse los dedos. En 1762, el Conde Montagu, estuvo 24 horas seguidas ante una mesa de juego. 
          Para calmar el hambre pidió un poco de carne entre dos rebanadas de pan. A este nuevo alimento se le puso el nombre de sandwich, en honor al conde. En conclusión, el sandwich tiene su origen en el Reino Unido y se elabora con pan de molde, de miga o pan blanco y en el interior distintas variedades a gusto del consumidor.




Fuente: Wikipedia, Google.
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