formar los glóbulos y la sustancia
que ellos contienen, la hemoglobina,
que tiene la capacidad de combinarse
con el oxígeno y transportado a los
diferentes tejidos...
El Hierro mejora las actividades cerebrales como el aprendizaje y la memoria, y colabora en las defensas del organismo. Las fuentes de este mineral puede encontrarse en dos formas: el Hierro Hémico y el Hierro No Hémico. El primero es de origen animal, de mejor absorción orgánica (18%) porque no se ve afectado por factores externos provenientes de la dieta como el consumo de cafeína, lácteos y cacao.
El Hierro No Hémico es de origen vegetal, se aprovecha en menor medida, de 3 a 8%, ya que se ve afectado por los factores mencionados. Para aumentar la absorción de esta variedad de Hierro puede combinar sus fuentes alimentarias con alimentos ricos en vitamina C ( frutas cítricas, frutilla, tomate, kiwis, ají, espinaca), preferentemente crudos, o con carne. Por ejemplo: Lentejas más ensalada de tomates; arroz integral más el jugo de naranjas recién exprimido; guiso de legumbres con vegetales más trocitos de carne.
La carencia de este mineral puede presentars cuando se realiza una pobre ingesta de Hierro o un bajo consumo de los alimentos que ayudan a mejorar su absorción o dietas hipocalóricas sin control nutricional. En estos casos aumenta el riesgo de anemia por falta de Hierro. Para cubrir la recomendación por día es: 1 porción mediana de carne o 1 plato playo de legumbres más 1 porción de vegetales de hoja verde acompañados con jugo de cítricos o tomates. Las mujeres en edad fértil necesitan más hierro que los hombres debido a los períodos femeninos y el embarazo. Los lactantes y niños de la primera infancia y la adolescencia, se debe aumentar el requerimiento de Hierro.
ANTE LA MENOR DUDA CONSULTE CON SU MÉDICO DE CONFIANZA*
Fuente: revista "Vivir Mejor" del doctor Alberto Cormillot*
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