un pueblo muy pequeño,
semi-oculto en uno de esos
rincones verdes de la Patagonia,
donde la naturaleza hace silencio,
para observar el paisaje...
Alrededor del pueblo, las montañas de la Cordillera de los Andes conforman un anfiteatro natural que refleja en el lago Lácar una serie de picos invertidos, cubiertos de nieve. Y junto al lago sobresalen las casas con techo de madera a dos aguas conformando una aldea de estilo alpino que parece trasplantada desde las montañas del centro de Europa.
A sólo 20 kilómetros de San Martín de los Andes, sobre un cordón montañoso que surge de la cordillera, el centro de esquí Chapelco se define por su perfil íntimo y familiar. Esto significa, por ejemplo, que no hay contingentes estudiantiles ni tampoco discotecas. Por eso en la noche reina una tranquilidad de paraje aislado que invita al visitante a refugiarse en su cabaña de troncos al calor del hogar a leña.
Chapelco significa en lengua mapuche "trenzas de agua", por la cantidad de arroyos que bajan entrelazándose por la ladera de la montaña, en el marco de un bosque nativo de árboles de lenga. En los meses de mayor precipitación, que es entre junio y agosto, las pistas están cubiertas con nieve en polvo que durante la noche es compactada con unas sofisticadas máquinas "pisa nieve", garantizando un nivel óptimo de deslizamiento.
Fuente: Revista Recorriendo la Patagonia*
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