Casi todo el mundo padece
tarde o temprano, alguna molestia
de la espalda.
Puede tratarse de la distensión de un
músculo o ligamento, o incluso de
hernia de disco...
Por lo general, el movimiento al que la persona atribuye la lesión no es verdadera causa. "En realidad es un traumatismo acumulativo " dice Sheila Reid, especialista en rehabilitación.
"A fuerza de adoptar posturas incorrectas y hacer malos movimientos durante años, un buen día, al levantar una caja u otro objeto pesado, sentimos como si se nos partiera el espinazo".
Por fortuna, es mucho lo que se puede hacer para prevenir o remediar estos males:
Aprender a levantar objetos: Levantar de golpe un paquete del suelo con una sola mano puede distender los músculos que dan sostén a la columna vertebral. Es preferible acuclillarse sin doblar la cintura y luego sostenerlo contra el vientre con ambos brazos. Tratándose de bolsos pesados, éstos deben llenarse sólo la mitad. Las mochilas también pueden dañar la espalda.
Siéntese correctamente: No es recomendable permanecer mucho tiempo sentado. De vez en cuando hay que levantarse o caminar, para que el esfuerzo de cargar con el propio peso no recaiga sólo en ciertos músculos durante demasiado tiempo. Es buena idea apoyar un pie sobre un banquillo u otro soporte.
Descanse con frecuencia: El conducir un auto puede lastimar la espalda, porque someten al cuerpo a constantes vibraciones y sacudidas. Los viajes en automóvil constituyen un factor de riesgo para la lumbalgia: el dolor en la parte baja de la espalda- asegura el doctor Malcom Pope, director del Centro de Investigación de la Columna Vertebral de Iowa.
Cuando transite un camino accidentado, disminuya la velocidad, pues ésta intensifica los efectos perjudiciales de las sacudidas. Y cada cierto tiempo, deténgase y estire las piernas al menos cada hora, y al llegar a destino, antes de bajar bultos descanse unos minutos y luego los baja.
Duerma como es debido: Dormir sobre un colchón firme es una manera barata de dar tratamiento a la espalda. Al proporcionar un soporte uniforme a todo el cuerpo, estos colchones alivian la carga que durante el día imponemos sobre la columna vertebral y las articulaciones. Se debe cambiar el colchón cada 5 u 8 años. Para dormir, conviene acostarse de lado o boca arriba, si lo hace de lado, colóquese una almohada entre las rodillas para mantener la espalda derecha. La postura menos indicada es dormir boca abajo, porque la espalda se arquea hacia atrás y produce demasiada presión sobre las vértebras lumbares.
Controle su peso corporal: Las molestias de la espalda empeoran con la obesidad. Los hombres con barriga prominente son muy propensos a sufrir dolor de espalda, esto se produce por un desequilibrio de la parte baja de la columna vertebral debe compensar. Si es fumador debe saber que el humo del cigarrillo tiende a reducir la afluencia de sangre a la columna vertebral. Y la mala circulación a veces trae por consecuencia una hernia de disco- advierte la doctora Schilling.
Ejercítese con moderación: El ejercicio puede ser una de las cosas más benéficas para la espalda, y también una de las más perjudiciales, por ejemplo, los que consisten en flexionar la cintura hasta tocarse los pies, en particular, pueden ser pésimos para la espalda. Estas flexiones son la causa más común de los casos de lesiones de espalda.
Hay que comenzar despacio, haciendo movimientos suaves que se puedan repetir muchas veces.
Evitar el estrés: Una buena técnica de respiración y relajación, disminuye la tensión en la espalda y muchas veces se alivia notablemente junto con el de rehabilitación.
La mayoría de las molestias de la espalda pueden remediarse sin cirugías. Después de sufrir una distensión, los músculos se reparan solos en un lapso que va de 4 a 6 semanas. Incluso un disco intervertebral lesionado puede mejorar espontáneamente.
En muchos casos, el tratamiento de una lesión de la espalda consiste en aplicar hielo durante unos minutos en la zona afectada, y repetir la aplicación varias veces durante un lapso de entre 24 y 48 horas, para desinflamar.
El ibuprofeno y el naproxeno alivian el dolor y la inflamación. Al cabo de 48 horas, aplique calor a la zona lastimada. Si no mejora en un par de semanas, CONSULTE A SU MÉDICO DE CONFIANZA. Si el dolor empeora, o si va acompañado de fiebre, debilidad o entumecimiento, ACUDA AL MÉDICO SIN TARDANZA.
Fuente: Revista Selecciones del Reader´s Digest, por Joseph Anthony.
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