con las manos a través de
movimientos muy suaves,
lentos y repetitivos que favorecen
la circulación de la linfa,
mejorando así cuadros inflamatorios
y retención de líquidos orgánicos...
El sistema linfático colabora estrechamente con el sistema inmunológico, por lo que el drenaje linfático manual mejora de manera general el estado de salud y ejerce un papel muy beneficioso en el sistema nervioso, además de tratar específicamente distintas afecciones. Así el drenaje linfático es otra forma de reforzar el sistema inmunológico.
Esta técnica la realizaron por primera vez el matrimonio danés Estrid y Emil Vodder, que durante años comprobaron cómo sus pacientes mejoraban la salud, haciendo algo que nadie se atrevía, manipular los ganglios linfáticos. La linfa transporta líquidos sobrantes que contienen sustancias de deshechos, hasta el sistema circulatorio, para que el organismo pueda desprenderse de esos deshechos.
Está indicado para: edemas, várices, fibromialgias, acné, celulitis, piernas cansadas o hinchadas, artrosis o artritis, ansiedad o estrés entre otras afecciones. Y está contraindicado para: infecciones agudas, inflamaciones agudas, edemas por insuficiencia cardíaca, flebitis, cáncer en curso, asma o hipotensión entre otros.
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Fuente: www.vidanaturalia.com
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