Fue a la luna,
estuvo en el centro de la Tierra,
recorrió 20.000 leguas
de viaje submarino
y predijo la segunda
guerra mundial.
No salió de su casa,
y tuvo un vehículo apropiado:
Su Imaginación.
" Si lo que imaginamos no es hoy verdaderamente realizable, lo será de aquí a mil años", dijo en 1865. Estuvo errado! Cincuenta años después, sus predicciones serían realidad.
Vio la luz en una isla, llamada Feydou, en Francia, en el año 1828. Le bastaron 77 años para anticipar siglos. Murió en 1905.
Marino frustrado a los 11 años, estudiante y escritor de comedias musicales, hijo de un armador de barcos, ya en su madurez, expresó:-" Amo la libertad, la música y el mar". Fue libre, humano y poeta.
Sus libros trajeron sabiduría y bondad a un mundo que necesitaba paz y amor. En 1865 escribe " De la Tierra a la Luna". En esta novela anticipa los vuelos espaciales tripulados y ubica su "cañón" de lanzamiento ( Columbia ) a los 28° de latitud norte en la península de Florida, que hoy es Cabo Kennedy ( ex Cañaveral).
Describe el viaje a la luna con minuciosidad científica, rico en amenidad, conocimientos balísticos, astronómicos y cosmonáuticos. Sus viajeros se detienen en el límite de atracción Luna-
Tierra y gracias a cohetes propulsores regresan a nuestro planeta estrellándose contra el mar, donde son recuperados.
Un siglo después, el primer astronauta norteamericano, Alan Shepard, es recogido de las aguas oceánicas al volver del espacio exterior. Junto a los inolvidables personajes del relato viajan 2 perros: Diana y Satélite. Uno de ellos muere. La misma suerte corre Laika, perra que los rusos lanzan en 1958 y no logran recuperar.
En " 20.000 Leguas de Viaje Submarino" en 1870 preanuncia el submarino atómico, que recién se fabricó en 1955, llamado " Nautilus" en homenaje al descripto en esa famosa obra literaria de anticipación.
" Robur el Conquistador", escrita años más tarde, describe proyectiles teledirigidos y un helicóptero cargado de poderosas bombas para destruir la humanidad. Ya en " Siglo XXIX" un periodista norteamericano emplea el " Fonotelefoto", es decir, la televisión.
Medio siglo más tarde, un americano prende su aparato en Nueva York. Aviones sin pilotos, que bombardean ciudades y regresan a sus bases gracias a un control automático, rayos de la muerte ( Laser) y " Pastillas Liebig" ( que son los famosos caldos en cubos que conocemos), poblaron las páginas de sus novelas y predijeron lo que habría de acontecer. Entre otras cosas, la
Segunda Guerra Mundial.
Sus personajes fueron siempre sabios locos y bondadosos o fieros dictadores que morían con sus terribles secretos. Utilizó el bien y lo contrapuso al mal. De ahí que su obra sea la de un profeta que amó a sus semejantes. Los últimos años de su vida los pasó con tristeza.
Se apartó de la gente y confesó a sus amigos la nefasta consecuencia que traerían esas armas imaginadas en manos destructoras. Reconocido y atacado, su talento salió victorioso. Aparatos y hazañas por él descriptos se fueron realizando paso a paso. Superó todas las especulaciones y estuvo de parte de la vida. Sin embargo, alertó sobre las consecuencias de un mundo agonizante a causa del empleo indiscriminado de poderes devastadores.
Cada palabra suya trajo esperanzas: "Se irá a los planetas, se irá a las estrellas, como hoy se va a Liverpool a Nueva York; fácil, rápido y con gran seguridad. El océano "atmosférico" pronto será atravesado, así como también los océanos "lunares" .- Setenta y seis años más tarde cosmonautas flotan en el espacio y una base espacial que está actualmente en el espacio exterior.
Julio Verne, ¿ Imaginación o atravesó una puerta tridimensional?
Fuente: Fascículos diario La Razón/ Ricardo Peralta/ Director.
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