martes, 26 de marzo de 2013

LA HORA DE TOMAR EL TÉ

Hay quienes sostienen
que lo de las cinco en punto
es un mito.
Los ingleses lo toman antes
y aquí lo servimos más tarde.
A cualquier hora,
y en cualquier momento,
nos tomamos un té?

                                                              


          En los atardeceres de verano, cuando el sol ha bajado y cesan las actividades del día, es un placer tomar el té en el jardín, con el marco del cielo y las plantas. La mesa se presta a la coqueta informalidad de manteles y servilletas en tonos engamados, con una vajilla alegre de diseño moderno, lisa o decorada con flores multicolores que se confundan con los del paisaje.
          Aun en la informalidad, no deben faltar la mantequera y la dulcera además de las piezas habituales: tazas, platos, tetera, lechera, azucarera, jarrita de cristal o vidrio fino para el jugo de limón y cubiertos. Un elemento muy útil es el portatostadas, que las mantiene separadas y evita que se humedezcan.
          En cuanto al té como bebida, no acepta informalidades. La manera más recomendable de prepararlo es a la "inglesa". Calentar la tetera con agua hirviente mientras se va calentando más agua; vaciarla y colocar dentro una cucharadita de té por taza y una de yapa ( la tradición dice que es para la tetera). Cuando el agua alcance el punto de ebullición y muestre perlitas ( no burbujas) verter dos dedos sobre el té. Dejarlo reposar 5 o 6 minutos, llenar la tetera con el agua restante y servir 2' después.
          El menú de un té para varias personas debe incluir, entre las opciones dulces, por lo menos 2 tortas distintas, masitas o tarteletas y algunos bollitos; entre las variantes saladas, sandwiches preparados o ingredientes para que los armen los propios comensales. Nunca deben faltar pancitos, manteca, miel y mermeladas. Tampoco tostadas calientes: son riquísimas las de brioches. que se comen con miel, sin manteca y las de pan de centeno para untar con alguna mezcla salada de queso blanco.
          La repostería que consumen los británicos es más bien seca, como el famoso budín. Los galos, en cambio, la prefieren húmeda, como las bombas de crema pastelera, o crujiente, como las milhojas. Los centroeuropeos, por su parte, usan en su pastelería mucha crema de leche, frutas, mermeladas y masas de levadura.
          Entre los favoritos de los golozos argentinos, se destacan la torta mousse, con base de bizcochuelo de chocolate muy esponjoso y encima espuma del mismo sabor; el lemon pie, pastel de masa dulce relleno con crema de limón y cubierto con merengue; las tartas de dulce de leche o de frutillas con muchísima crema, con fondo de masa quebradiza, y el clásico "strudel de manzanas". Los paladares que prefieren texturas más secas y los chocolates; también con medialunas almendradas y los tradicionales alfajores.
          Para los que prefieren lo salado podemos mencionar: sandwiches de miga, los locatelis de pavita, rectángulos tostados de jamón y queso, y los panecillos blancos, negros de salvado, aromatizados con hierbas o semillas, para untarlos con manteca y rellenarlos con fiambres, roast beef, tomate, berro, pepino, palmitos y toda variedad de quesos.
          Bueno, ahora que sabemos que a cualquier hora viene bien tomar una taza de té, en cinco minutos, nos tomamos un té. ¿ Gusta acompañarme?

Fuente: Ana Socin/ Desde el Jardín.
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