miércoles, 4 de diciembre de 2013

KARL JUNG Y SU VIAJE EN ASTRAL

El eminente médico y
psicólogo Karl Jung poseyó,
desde niño, una visión mágica
de las cosas y protagonizó
más de una vez, situaciones
relacionadas con fenómenos
mediúmnicos o parasicológicos.


                                                                    


          En 1944, cercano ya a los 70 años, Karl Jung sufrió un infarto que lo mantuvo postrado en cama durante largos meses. En el momento de mayor gravedad de su dolencia, y en peligro de muerte, comenzó a tener alucinaciones y visiones extrañas, dentro de las que rescata en su autobiografía "Una experiencia de salida del Cuerpo".
          En ese viaje extracorpóreo, Jung observó la Tierra desde mucha altura y, de pronto, vio aparecer una enorme piedra (como un asteroide) que flotaba cerca de él. La piedra resultó ser un templo en el cual se introdujo y vio aparecer, ante él, toda su vida y todas sus preguntas sin respuestas. Sintió que en ese templo había sabios que le darían esas respuestas tan ansiosamente buscadas durante toda su vida.
          Mientras meditaba sobre esos temas, vio surgir desde Europa una figura a la que reconoció como su médico, pero lo vio vestido de sacerdote del templo de Esculapio (dios de la medicina) en la ciudad griega de Kos (patria de Hipócrates). Su médico dialogó con él y le manifestó que venía a buscarlo para llevarlo nuevamente a la Tierra, de la cual no podía aún marcharse.
          Jung se sintió apesadumbrado, porque consideraba que estaba en el umbral de la Sabiduría Suprema; razonó, a la luz de sus teorías parapsicológicas, que si se había transformado totalmente en el arquetipo que representa y, por ende, estaba al borde de un estado no humano y debía morir. Luego reaccionó y volvió en sí.
          En vano intentó Jung explicarle a su médico sus visiones y su presentimiento de que corría peligro de muerte. El hecho es que, el mismo día en que recuperó plenamente la conciencia y se le permitió sentarse en la cama, su médico cayó enfermo y murió al poco tiempo.
          Este asombroso caso de mediumnidad protagonizado por el eminente psicólogo suizo, reactualiza el tema de los viajes astrales y la posibilidad de acceder por ellos a planos de la manifestación en donde no existe el tiempo.



Fuente: Fenómenos Revista Predicciones.
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