Para la mayoría de las personas,
no hace más falta que mencionar la
existencia de un tesoro perdido con
monedas de oro, joyas en oro y plata,
y otros objetos que son testimonio mudo
de la riqueza de monarcas olvidados y
reinos desaparecidos...
Desde nuestros sueños infantiles de piratas con patas de palo que entierran cofres llenos de doblones en alguna isla desierta hasta las prolongadas búsquedas realizadas por estudiosos y aventureros, ir en pos de la riqueza oculta de antaño ha inspirado poemas, libros y largometrajes.
En el mundo de la fantasía heroica nos vienen a la memoria enseguida las experiencias de Conan con El tesoro de Tranicos, el apilamiento de gemas y objetos valiosos en el asqueroso palacio de Gutheran de Org en las aventuras de Elric, y por supuesto, el dragón Smaug descansando cómodamente sobre el tesoro de los enanos de Erebor en el Hobbit.
Si el buscador de tesoros depositaba su confianza en los guías espirituales y efectivamente se localizaba un tesoro, el hecho comprobaba la existencia de los espíritus mediante los frutos. Los escritos de Hardinge aportan un dato sumamente interesante que el folclore americano asociaba los tesoros con seres espirituales desde mucho antes del auge del espiritismo en esas tierras.
Se creía que los espíritus de piratas o de indios custodiaban riquezas ocultas contra los desmerecedores.
Fuente: Scott Corrales. Wikipedia, Google.
*********************************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario