viernes, 4 de abril de 2014

EL MAL DE LA DIFAMACIÓN...

Si murmurar la verdad aún
puede ser la justicia de los débiles,
la calumnia no puede ser nunca más
que la venganza de los cobardes...
                  Jacinto Benavente.


                                                                                        


          La difamación es la comunicación a una o más personas con ánimo de dañar, de una acusación que se hace a otra persona física o moral de un hecho determinado o indeterminado, que pueda causar o cause a ésta un menoscabo en su honor, dignidad o reputación.
          Los orígenes en el derecho anglosajón de la difamación están en los agravios dañosa en una forma transitoria sobre todo de forma hablada y libelo es una declaración dañosa en un medio fijo, sobre todo escrito pero también en un cuadro, en signos o emisión electrónica, cada uno de los cuales lleva consigo un derecho de acción a respetar, conforme a la ley correspondiente.
          La diferencia fundamental entre libelo y difamación está únicamente en la forma en la cual la materia difamatoria es publicada. Si el material ofensivo es publicado en alguna forma efímera, como en forma hablada o sonidos, dactilología, gestos y otros por el estilo, entonces esto es difamación.
          Si es publicado en una forma más duradera, como por ejemplo: en documentos, películas, discos compactos y otros por el estilo, entonces es considerado un libelo.





Fuente: Wikipedia, Google.
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