viernes, 14 de febrero de 2014

SONÁMBULOS: CUANDO HACEN LAS TAREAS... DORMIDOS


En Inglaterra, una mujer se
subió a una grúa en cierta construcción,
estando sonámbula, y al otro día
tuvieron que bajarla los bomberos,
porque ella no se había dado cuenta
de lo que había ocurrido...


                                                                                        


          Las personas que presentan sonambulismo, que es un trastorno del sueño clasificado como parasomnia, también llamado noctambulismo, desarrollan actividades motoras automáticas que pueden ser sencillas o complejas.
          Un individuo sonámbulo puede salir de la cama, caminar, ir al baño o incluso salir de su casa, mientras permanecen inconscientes y sin probabilidad de comunicación. Es difícil despertarlos aunque, en contra de lo que se cree comúnmente, no resulta peligroso.
          Los sonámbulos tienen los ojos abiertos pero no ven como cuando están despiertos y suelen creer que están en otras habitaciones de la casa o en sitios completamente diferentes. Los sonámbulos tienden a volver a la cama por iniciativa propia y a la mañana siguiente no recuerdan haberse levantado por la noche.
          El sonambulismo se produce durante las faces 3 o 4 del sueño, es decir, la etapa del sueño lento o sueño de ondas lentas (S.O.L.). Es más frecuente en niños y adolescentes. Por lo general, los episodios son aislados, aunque pueden tener un carácter recidivante ( que pueden repetir la misma escena otra vez), entre el 1 al 6% de los pacientes.
          Su causa es desconocida y no existe ningún tratamiento eficaz. A la persona que presenta estos síntomas se le denomina sonámbulo. Se cree erroneamente, que el sonambulismo es la conversión, en el estado de vigilia, de los movimientos físicos que efectúa el individuo en las escenas que está realizando durante las horas de la noche en las que aún no se ha presentado la etapa o fase de movimientos oculares rápidos que es aquella en la que sí suelen presentarse las imágenes oníricas.
          En 1846, Albert Tirrel fue encontrado inocente de asesinato e incendio, argumentando que de hacerlo, estaba sonámbulo en el momento. Esta es la primera absolución por sonambulismo en la historia de la defensa jurídica.




Fuente: Wikipedia, Google.
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