sudeste de África, comúnmente
cultivada como planta de interior,
pero también la podemos tener
en el jardín bajo la sombra de
algún árbol bondadoso...
Su nombre original es plectranthus verticillatus, pero más conocida como dólar o planta del dinero. Es una especie en la familia de las lamiaceae labiatae. Es un arbusto redondeado de no más de 2 metros de largo, presenta hojas disminutas, carnosas y dentadas.
De crecimiento veloz, no gusta del sol directo, porque amarillea sus hojas, y en interiores presenta vivos verdes. Se halla naturalizada por ambos hemisferios, en áreas con clima cálido. Es perenne y florece de mitad del otoño a mediados del invierno.
Sus flores pequeñas con colores entre rosados, blanquecinos o morados. Es muy común verla en balcones y terrazas, se reproduce por esquejes o gajos, por división de planta y por semillas. En todos los casos, su reproducción es muy fácil.
Si la plantamos en el suelo, se volverá una planta rastrera que irá cubriendo la superficie terrestre, pero si la colocamos en maceta, se transformará en una planta colgante. Como la planta del dólar es tropical, no tolera temperaturas inferiores a 10°.
El riego en verano será 3 veces por semana y en el invierno sólo una vez. Hay que tener cuidado de que su suelo esté demasiado húmedo, porque sus hojas se pondrán marrones o manchadas. Es preferible regar cuando su suelo esté seco y que tenga buen drenaje.
Para trasplantarla la mejor época es en el otoño y comienzos de la primavera y abonarla cada 4 semanas con fertilizantes minerales que le aconsejará su vivero de confianza.
Una creencia popular dice que si hay una planta de dólar en el hogar, nunca faltará el dinero...
Fuente: Wikipedia, Google.
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