autoindulgencia, puede vincularse
a una respuesta emocional que surge
en un momento de estrés.
Al tratar con situaciones estresantes,
la tendencia más común es sentir
pena por uno mismo...
Sin embargo, en la autocompasión, se muestra de forma muy diferente seguir las características de cada individuo, de modo que puede relacionarse con determinadas características individuales como inseguridad emocional, depresión, exceso de indulgencia con los errores propios, privaciones y pérdidas.
La autocompasión puede retroalimentarse a sí misma, especialmente si concurre un estado de depresión u otras circunstancias agravantes; sin embargo, la autocompasión es una forma de prestarse atención a uno mismo; es un medio de conciliarse con uno mismo. Los teóricos del aprendizaje social dicen que la autoindulgencia es una astucia para recalar atención.
Cuando un niño enfermo recibe atención, aprende a prestarse atención por parte de otros, mediante llamadas a la ayuda fingidas o reales. Además, otra forma de refuerzo de la conducta puede ser la simpatía ofrecida por otros.
El paciente debe reconocer que su actitud tiene como motivación oculta lucir las propias culpas y miserias con objeto de obtener la compasión de los demás, y que una vez que consigue esa atención externa aumenta el victimismo incrementando, como factor multiplicador, los factores que le hunden en la espiral de la depresión, el paciente tiene que ser consciente de este hecho y parte del tratamiento, consistirá en tomar consciencia de ello.
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Fuente: www.saludplena.com
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