Existe un caso de altruismo
heroico que parece provenir
más de la razón que de la
impulsividad...
Pocos conocen, por ejemplo, a Stanislav Yevgráfovich Petrov. Sin embargo, es probable que este militar ruso haya salvado a la humanidad del apocalipsis. El 26 de septiembre de 1983 se produjo el llamado "Incidente del Equinoccio de Otoño": un satélite soviético detectó cinco misiles estadounidenses que se dirigían hacia la Unión Soviética.
Era una época de tensión dentro de la Guerra Fría y parecía que el aviso que se había recibido era el principio de la Tercera Guerra Mundial. El coronel Petrov estaba a cargo del centro de inteligencia militar que alertaba sobre este posible ataque enemigo. Sin embargo, no dio la alarma. Esperó porque sabía que no tenía sentido que los Estados Unidos, iniciaran un ataque con tan pocos misiles.
Además conocía bien las fallas del sistema de satélites de detección. Puso en juego su carrera y acertó, el aviso se había originado por una rarísima conjunción astronómica entre las señales emitidas por el Sol, la posición del satélite y de la Tierra. La improbable fatalidad podría haber sido el principio del fin del ser humano si Petrov no hubiera decidido arriesgar sus intereses individuales.
Fuente: Revista Muy Interesante, por Pablo Herreros, periodista de redacción.
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