protagonistas de una obra
teatral y estuvieran en un
escenario, hacen creer una
cosa que después es otra y
luego, sin tener en cuenta
los sentimientos de sus
víctimas, huyen y abandonan
a sus parejas sin una explicación...
Tienen el humor cambiante, caprichosos, necesidad permanente de ser el centro de atención, frivolidad, promesas que nunca cumplen, cuerpo grácil que atrapa la mirada de los otros, poca disposición a la reflexión, facilidad para amoldarse a los demás para obtener el cuidado. Son todas las características de los hombres histéricos. En el área emocional creen brindar mucho amor, cuando en realidad hacen una exhibición teatral de los afectos.
No hay histeria sin cuerpo. El cuerpo ocupa un lugar privilegiado en la manifestación del estilo de personalidad. Tanta muestra corpórea para afuera, merecería un contrapeso, un anclaje interno, que en caso de existir, "sanaría" la conducta.
Para Freud el motivo distinto que gobierna el comportamiento de los histéricos es el "temor a la pérdida del amor", a partir del cual se vuelven extremadamente dependientes de las personas. Los hombres que mienten, son inseguros y miedosos, padecen la histeria masculina, y resulta paradójico que tanta inmovilización corporal, sólo sea una fachada preparada inconscientemente para los demás, una especie de pantalla en la que se proyecta un mundo ilusorio.
ANTE LA MENOR DUDA, CONSULTE CON UN PROFESIONAL DE CONFIANZA.
Fuente: Doctor Walter Ghedin, psiquiatra y sexólogo. Autor de los libros: "Tipos que huyen", "Los hombres que prometen, pero que no cumplen", "Las mujeres esperan y desesperan".
Fuente: Clarín.com
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